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Francisco De Miranda, el latino que dio su vida por la libertad

Imagen cortesía de Nuestro Stories.

Sebastián Francisco de Miranda, un héroe apuesto y romántico, es un nombre que la mayoría de la gente en Estados Unidos no reconocería; aun así, deberían hacerlo, porque fue una figura importante en la revolución de Estados Unidos.

El nombre de Miranda quedó escrito en la historia como el precursor del Libertador Simón Bolívar y merece elogios, pues llevó una vida fascinante.

Era amigo de figuras históricas estadounidenses fundamentales como James Madison y Thomas Jefferson; también sirvió como general en la Revolución Francesa y fue amante de Catalina la Grande de Rusia.

Miranda no vio América del Sur libre del dominio español durante su vida, pero de todos modos su contribución a la causa fue significativa.

En busca de reconocimiento

Empezó su vida en una posición privilegiada, nacido en el seno de una familia de clase alta caraqueña. Su padre Sebastián de Mirando Ravelo emigró a la capital venezolana desde las Islas Canarias, mientras que su madre Francisca Antonia Rodríguez de Espinosa provenía de una familia criolla adinerada.

Miranda tuvo todo lo que su corazón deseaba y recibió una educación católica de primer nivel, pero lo único que no podía tener ni el dinero podía comprar era aceptación: los españoles no lo aceptaron por haber nacido en Venezuela y los criollos lo rechazaron por la riqueza de su familia. Este rechazo lo marcó de por vida.

El vocero de la libertad

En 1772, Miranda se unió al ejército español y fue nombrado oficial. Luchó en Marruecos y posteriormente contra los británicos en Florida. Francisco de Miranda ayudó a enviarle asistencia a George Washington antes de la Batalla de Yorktown.

Viajó extensamente por Europa, Prusia, Alemania, Austria y otros países. En Rusia, este apuesto hombre tuvo un tórrido romance con Catalina la Grande; hay historias de sus escapadas del dormitorio de Catalina. De regreso a Londres en 1789, comenzó a intentar conseguir el apoyo británico para un movimiento independentista en América del Sur.

En uno de sus viajes a Londres, Francisco de Miranda pasó por Estados Unidos, en donde conoció a George Washington, Alexander Hamilton y Thomas Paine, entre otros líderes norteamericanos. Allí, el fervor revolucionario de la época se apoderó de él, algo que naturalmente no le cayó nada bien a la corona española.

Cuando llegó a Londres en 1789, Miranda intentó convencer a la corona británica de que apoyara un movimiento independentista en América del Sur. Encontró apoyo vocal, pero nada en términos de ayuda tangible.

La vida de Miranda parece el guión de una película de Hollywood. Dedicó su vida a promover la causa de la independencia y ayudó a la liberación de Estados Unidos; sin embargo, sus acciones fueron un anatema para la causa y Bolívar lo entregó a los españoles.

Pero la historia tiene una manera de corregirse a sí misma: actualmente, Miranda es una figura respetada y tiene una magnífica tumba en el Panteón Nacional de Venezuela (aunque está enterrado en una fosa común española y sus restos nunca han sido encontrados).

Ni siquiera Bolívar escapó a los giros de la historia: hoy es odiado por entregar a Miranda a los españoles.

Por Susanne Ramírez de Arellano.

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