Estos platillos ancestrales navideños se siguen disfrutando después de cientos de años

Crédito: Nuestro Stories.

A lo largo del mes, dedicamos tiempo a analizar algunas de las variadas tradiciones que rodean la festividad en nuestros tiempos modernos. Si bien muchas cosas han cambiado, evolucionado o crecido con el paso del tiempo, hay algunas tradiciones tan ancestrales y conectadas con nuestro pueblo que logran mantenerse hasta hoy en día.

Estos son algunos de los platillos latinos ancestrales que han resistido la prueba del tiempo y continúan poniendo sonrisas en los rostros de las familias y alegría en nuestros estómagos.

Platillos ancestrales que quizá ya te resulten familiares

Tamales

Si hubiera un platillo ancestral original en esta lista, sería el de los tamales. Tienen una larga historia que se remonta a hace 10,000 años, hasta los olmecas y toltecas, que habitaron el área ahora conocida como América. El tamal original se elaboraba con el antiguo antecesor del maíz, conocido como teocintle. El teocintle es similar en tamaño y apariencia a una vaina de ejote y a menudo solo produce unos pocos granos o semillas pequeños. Con el tiempo, los antepasados ​​aprendieron a recoger y elegir las mejores semillas y, a lo largo de años y años de cultivo, hicieron que el grano y la semilla fueran más fuertes y más abundantes, hasta que se convirtió en la versión del maíz que conocemos hoy. Si bien la elaboración y consumo de los tamales ha resistido el paso del tiempo, una cosa que ha cambiado son los rellenos. Si bien tradicionalmente, en nuestros tiempos estamos acostumbrados a ver carne, pollo y una mezcla de queso y chiles, los rellenos eran muy diferentes antes de que los conquistadores arrasaran la tierra con la colonización, y consistían principalmente en pavo, pescado, tomates o calabaza.

Mole

Hay muchos sabores diferentes de mole, pero no importa qué versión elijas, hay una garantía de que el mole podría aparecer en el menú, especialmente si eres de algunas zonas de México. Este complicado platillo latino parece tener varias historias sobre su origen; algunos dicen que proviene de una receta solicitada a instancias del emperador Moctezuma, y ​​otros dicen que fue un platillo tradicional presentado a Cortés cuando llegó a las costas de México. Se dice que la receta más conocida, el mole poblano, se remonta al siglo XVII y fue, en esencia, un guiso preparado para una visita sorpresa de la nobleza española. Sin embargo, sin importar su origen, este complicado platillo a menudo se sirve durante las fiestas porque la cantidad de trabajo que se dedica a la comida se traduce en una gran cantidad de amor y cuidado puesto en el platillo, algo que a los latinos tradicionalmente les encanta servir durante las fiestas.

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Buñuelos

Los buñuelos son discos mágicos de masa frita, canela y azúcar que parecen el postre perfecto, aunque también tienen versiones saladas para disfrutar, dependiendo de la región en la que los encuentres. Si bien se popularizaron en España, sus orígenes se conectan con la cultura árabe, antes de que fueran obligados a convertirse al cristianismo por los españoles, quienes eventualmente llevaron la receta del pueblo morisco a varias regiones de América Latina. La receta ancestral cambia según la región y lo que está disponible, pero el concepto sigue siendo el mismo: delicioso. 

Arroz con leche 

Al igual que los buñuelos, el arroz con leche es un platillo que nació de la combinación forzada de culturas mediante el acto de la colonización. El arroz con leche, que normalmente se sirve en la mañana como plato de desayuno o como postre en la noche, como su nombre lo indica, es un arroz con leche elaborado en toda América Latina con los ingredientes básicos de arroz, cítricos, especias, leche y azúcar. Despertarse por la mañana con el aroma dulce del azúcar y la canela se ha convertido en una tradición navideña compartida por millones de personas en todo el mundo.

Por Liv Styler

Olivia Monahan – Periodista, editora, educadora y organizadora chicana en Sacramento, cuyo único objetivo es arrojar luz sobre historias de nuestras comunidades más impactadas y marginadas pero, aún más importante, que esas historias humanicen a quienes normalmente quedan excluidos. Es finalista de la Beca Ida B Wells de periodismo de investigación 2022 y miembro de la Parenting Journalists Society.  Ha publicado en The Courier, The Sacramento Bee, The Americano y Submerge Magazine, entre otros.

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