«A puro dolor», una canción que rompió las barreras del idioma

Imagen cortesía de Nuestro Stories.

No puedo mentirles, lectores de Nuestro: cuando salió este tema, lo toqué una y otra vez hasta que todos a mi alrededor probablemente quisieron arrancarme la radio de las manos y tirarla por una ventana.

Al parecer, bastantes personas tuvieron la misma reacción que yo ante la canción A puro dolor de Son by Four, porque se escuchaba constantemente en cualquier estación de radio que tocara música R&B.

Esto fue una parte de la razón por la que es tan monumental.

No solo se transmitió en estaciones de radio latinas y no fue simplemente impulsada por los DJ que tocaban música en español para hispanohablantes: A puro dolor fue una de esas raras canciones que lograron cruzar la barrera del idioma y hablarle directamente a la gente, sin importar si entendían la letra.

El tema, que salió hace más de dos décadas (sí, estoy delatando mi edad aquí), es una canción que se lamenta del dolor más puro: el dolor que sientes después de perder a alguien que amas, una angustia que a menudo parece demasiado horrible como para vivirla, hasta que te toca. Ese tipo de emoción, ese tipo de dolor, parece ser algo que logra trascender el lenguaje… de alguna manera te habla a ti y a habla través de ti.

La introducción de la canción te atrae con sus rasgueos melódicos de guitarra, que recuerdan al estilo de punteo español que aparece en muchas piezas hasta el día de hoy y el toque del acorde recuerda al tirón de las fibras del corazón, que resuena profundamente dentro de ti; la canción es simple, pero poderosa, con los cuatro cantantes armonizando con melodías y riffs que suenan demasiado perfectos como para ser reales.

Todavía la escucho, si soy honesta. Si no la has oído antes o si quieres recordarla, simplemente presiona reproducir.

Por Liv Styler

Olivia Monahan es una periodista, editora, educadora y organizadora chicana en Sacramento cuyo único objetivo es arrojar luz sobre historias de nuestras comunidades más impactadas y marginadas, pero, aún más importante, que esas historias humanicen a quienes normalmente quedan excluidos. Es finalista de la Beca Ida B Wells de periodismo de investigación 2022, miembro de Parenting Journalists Society y ha publicado en The Courier, The Sacramento Bee, The Americano y Submerge Magazine, entre otros.

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