Es un símbolo. Es un icono. Es un marginado.
Es la ñ. La controvertida, y a veces olvidada, decimoquinta letra del alfabeto español. Pero, ¿por qué una letra con una línea ondulada en la parte superior suscita tanta atención?
Se podría achacar todo a la historia del origen de la ñ … lo que solo sería una conclusión parcialmente correcta. En realidad, entender el largo y difícil viaje de la letra hasta los tiempos modernos encierra más pistas que desvelan la fascinación del mundo por la ñ.
La historia de una letra
El abecedario debería ser tan fácil como, bueno, decir el abecedario. Pero si eres hispanohablante y tienes que explicar la letra que sobra en tu abecedario, las cosas pueden complicarse.
¿Qué hay en una letra? Bueno, la letra «ñ» es un símbolo distintivo en el idioma español y se usa para representar el sonido de la letra «n» con una tilde (~) colocada encima. No podría haber español o España sin la «n» con la ceja encima.
Se cree que se originó en la Edad Media como resultado de la evolución de la lengua latina. Durante la Edad Media, los escribas y eruditos de España empezaron a usar diversas técnicas para denotar ciertos sonidos y distinguirlos de las letras existentes.
En el caso del sonido «ñ», surgió como contracción de dos letras: «n» e «y», y también la combinación de «n» y «n». Estos escribas, o monjes encargados de redactar documentos antes de la invención de la imprenta hacia 1436, tuvieron que encontrar una forma de reducir la tediosa nn.
La ñ se convirtió en un sustituto, o atajo, de tener que escribir dos letras.
Dato curioso sobre la Ñ: El 2 de octubre de 2007, la ñ, al igual que otras tildes, debutó en las direcciones de correo electrónico y los dominios web. (Fuente: El País.)
En el siglo XIII, el rey Alfonso X de Castilla y León ordenó una reforma ortográfica «como parte de su política de unificación lingüística», según el diario oficial español El País. El monarca (conocido como gran lector, escritor e intelectual), introdujo la ñ como opción preferente en la escritura, estableciendo las primeras reglas para el idioma español.
Cuando el uso de la ñ se generalizó en toda la península ibérica, la letra apareció en el primer libro de gramática española en 1492.
Sin embargo, a pesar de haberse usado durante cientos de años, la letra ñ se incluyó por primera vez en el diccionario de la Real Academia Española (RAE) en 1803.
La antigua tilde
La tilde (~), conocida en español como virgulilla, se usaba originalmente como una marca taquigráfica conocida como «virgula suspensiva» para indicar que se había omitido una letra.
En el caso de la «ñ», la tilde se colocaba sobre la letra «n» para representar la contracción de «nn» en un solo sonido.
Con el tiempo, el símbolo se estandarizó y se empezó a usar de forma generalizada, llegando a ser reconocido como una letra distinta por derecho propio. Se convirtió en parte integrante del alfabeto español y ahora se considera una letra aparte, después de la «n» y antes de la «o» en el orden alfabético.
Se usa mucho en español para representar sonidos específicos y aparece en numerosas palabras en español, como «niño» y «mañana».
El acento en forma de onda ha sido un elemento básico en la escritura desde el año 1000 d.C. Una de las primeras apariciones del acento es en The Doomsday Book de 1086, también conocido como Domesday Book, un registro histórico de la propiedad de la tierra y las propiedades en Inglaterra.
La tilde se usaba sola (sin una «n» debajo) para indicar letras omitidas, de forma muy parecida a como se usa hoy el apóstrofo (‘). Muy pronto, la tilde puede verse en otras lenguas y en determinados contextos lingüísticos para marcar una pronunciación alternativa, una variación histórica o una forma arcaica de una palabra.
Desglosémoslo más: la tilde es un signo diacrítico (~) que se usa habitualmente en varios idiomas, como el español, el portugués y otros. Aparece como una pequeña fila ondulada situada encima de una letra o carácter. El término «tilde» proviene de la palabra española para «guión oscilante».
En los distintos idiomas, la tilde puede tener distintas funciones. En español (como ya hemos señalado) la tilde (~) se usa para indicar el sonido nasal representado por la letra «ñ» (por ejemplo, «mañana»). Si pasamos al portugués, la tilde denota vocales nasales (ejemplo: «cão», que significa perro).
Al igual que su antigua prima en el libro inglés Doomsday, la tilde se sigue usando hoy en día en algunos idiomas como pausa silábica. Se usa para separar sílabas o indicar una pausa en la pronunciación.
O, en portugués, puede aparecer sobre una vocal para indicar una sílaba separada, como en la palabra «sãbado» (sábado).
Pero la tilde no solo se encuentra en idiomas tradicionales, como el inglés, el portugués y el español. El acento versal es uno de los favoritos en el mundo de las matemáticas, donde sirve como aproximación o contracción. En el lenguaje de programación, la tilde también puede usarse para representar una aproximación o la negación de un valor. En algunos lenguajes de programación, se usa para la concordancia de cadenas y el reconocimiento de patrones.
Como ocurre con todos los acentos en los idiomas, el uso de la tilde puede variar según el idioma, y sus funciones específicas pueden diferir de un contexto a otro. Además, como la lengua cambia constantemente, también lo harán los usos de la tilde.
En cuanto a su uso con la «ñ», el acento probablemente seguirá siendo el mismo, a pesar de la creciente controversia de la letra española.
En los teclados de computadoras portátiles y de otro tipo, la ñ también plantea problemas. Algunos teclados que no son españoles quizá no tengan una tecla dedicada para la letra «ñ», lo que la hace menos accesible para las personas que necesitan escribir en español.
Esto ha dado lugar a discusiones y debates sobre la disposición de los teclados. Hoy en día, la tecnología debe prever la inclusión de la letra «ñ» en los estándares internacionales, pero llegar a este acuerdo no fue fácil.
De hecho, en los años 90, la Comunidad Económica Europea (CEE) propuso eliminar la ñ para que los teclados fueran más uniformes. España tuvo que luchar por la ñ y su lugar en el mundo.
Incluso el poeta español Gabriel García Márquez se puso del lado de la letra en la batalla, argumentando que la «eñe» no era anticuada, sino más bien una innovación que, «dejó atrás a las otras al expresar con una sola letra un sonido que en otras lenguas romances sigue expresándose todavía con dos letras».
Al final, la discusión entre la CEE y España se zanjó con una cláusula del Tratado de Maastricht que establecía excepciones para proteger la identidad cultural, según el Cruces Sun News.
Hoy, a los hijos de hispanohablantes en Estados Unidos se les llama a veces generación Ñ. Y organizaciones nacionales como la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos y el Instituto Cervantes llevan la ñ a propósito en sus nombres.
Y, es importante señalar que ni la letra ni el sonido ñ son exclusivos del español. En la península ibérica, e incluso en Estados Unidos, se usa mucho la ñ. Piense en las piñas coladas.
Todo indica que la ñ es más fuerte que nunca, como letra y como mucho más. … Sin embargo, aún quedan decenas de reportajes en internet para aquellos que todavía no saben cómo hacer una ñ en sus teclados, lo que demuestra que la lucha de esta letra por la igualdad no ha terminado.