¿Cansado de las mismas conversaciones de siempre en la cena de Acción de Gracias?
Anímate este año a preguntar a tus amigos y familiares dónde se celebró el primer Día de Acción de Gracias.
Si alguien dice que fue en 1621, en Plymouth, Massachusetts, no dudes en decir: «¡Equivocado!».
Cada vez son más los historiadores que señalan que, en contra de la creencia popular, el primer día de acción de gracias se celebró en realidad más de 50 años antes de lo que pensábamos. Quizá más.
Y olvídate de los ingleses de Massachusetts. Los colonos españoles de los estados del sur celebraban comidas y daban las gracias mucho antes de que llegaran los peregrinos.
En cuanto al pavo y el relleno, olvídate también de esos alimentos básicos de Acción de Gracias. El caimán y el pescado eran los protagonistas de aquellos días.
Hablemos de pavo, o no, y echemos un vistazo a la historia de esta entrañable festividad.
El Estado de la Estrella Solitaria reclama el primer Día de Acción de Gracias
«Por estos lares, decimos que el primer Día de Acción de Gracias tuvo lugar 23 años antes, con la caravana de la Nueva España de Juan de Oñate y los nativos mansos, cerca de lo que hoy se conoce como El Paso, en abril de 1598. Y no comieron pavo. Comieron pescado del Río Grande (que entonces era ENORME) y venado», escribió esta semana en Facebook la escritora Alisa Valdés, residente en Nuevo México.
Muchos historiadores, entre ellos los del Texas Almanac, coinciden con la afirmación de Valdés y señalan, para que conste, que la primera celebración de Acción de Gracias en Estados Unidos tuvo lugar en 1598 cerca de El Paso.
«Una expedición liderada por el explorador español don Juan de Oñate viajó desde México y, tras meses de arduo viaje, llegó al Río Grande cerca de lo que hoy es San Elizario«, explica el Poder Legislativo de Texas. «El grupo de exploración y los indígenas celebraron su logro con una fiesta y ceremonias católicas. …»
El explorador español ordenó entonces un día de acción de gracias el 30 de abril de 1598, explica USA Today. En el menú de ese día hubo «carne y pescado».
La Cámara de Representantes y el Senado de Texas conmemoraron este hito histórico en 1990, cuando el entonces gobernador Rick Perry reconoció el 30 de abril como el día oficial del «Primer Día de Acción de Gracias».
Y, durante 20 años, la El Paso Mission Trail Association ha llevado a cabo una recreación histórica anual del acontecimiento, y su labor fue honrada por la Cámara de Texas en 2006.
También se afirma que el primer Día de Acción de Gracias se celebró incluso antes, por iniciativa del explorador español Francisco Vázquez de Coronado en otro lugar del Estado de la Estrella Solitaria.
«Acompañado por 1,500 hombres en 1541, recorrió partes de Texas, Nuevo México, Arizona y Kansas, y se dice que celebró el primer Día de Acción de Gracias en el Cañón de Palo Duro, Texas», explica History.com.
Pero, hazte a un lado, Texas, otro estado sureño reclama ser el hogar del primer Día de Acción de Gracias.
Florida también acogió el primer Día de Acción de Gracias
Según algunos, el primer banquete de Acción de Gracias en Norteamérica se celebró en St. Agustine, Florida, en 1565.
«Pedro Menéndez de Avilés, junto con 800 colonos españoles, fundó la ciudad de St. Agustine en La Florida española en 1565», escribe esta semana USA Today. «Nada más tocar tierra, el grupo de desembarco celebró una misa de acción de gracias. Después, Menéndez preparó una comida el 8 de septiembre de 1565 e invitó a la tribu nativa seloy, según el Servicio de Parques Nacionales«.
Según Robyn Gioia, autora del libro infantil America’s REAL First Thanksgiving, los colonos españoles probablemente comieron galletas duras y cocido –un rico guiso de garbanzos hecho con cerdo, ajo, azafrán, col y cebolla– regado con vino tinto.
«Los timucuas comían lo que tenían a su alcance y eso podía incluir caimán, oso, pavo salvaje, venado, tortuga y alimentos del mar como tortuga, tiburón, salmonete o bagre de mar», escribe Gioia.
Lo que no te enseñaron en la escuela
El origen de la tradición nacional anual del Día de Acción de Gracias se remonta al primer presidente de la nación, George Washington.
Como explica el Servicio de Parques Nacionales, durante el siglo XVIII, las celebraciones británicas, «como la recreación anual de la fiesta de la cosecha de los peregrinos en 1621, se convirtieron en una práctica nacional». Después de que Estados Unidos se convirtiera en un país independiente, el Congreso recomendó un día anual de acción de gracias para que toda la nación lo celebrara».
En 1863, para unir a la nación durante la amarga Guerra Civil, el presidente Abraham Lincoln estableció el último jueves de noviembre como Día Nacional de Acción de Gracias, convirtiéndolo en una fiesta nacional oficial.
El presidente instó a que se rezara en las iglesias y en los hogares, llamando a «todo el pueblo estadounidense», dondequiera que viviera, a unirse «con un solo corazón y una sola voz» en la celebración de un día especial de Acción de Gracias, y a «implorar la interposición del todopoderoso para curar las heridas de la nación y devolverla … al pleno disfrute de la paz, la armonía, la tranquilidad y la unión».
Así, la fiesta de Acción de Gracias de los peregrinos, junto con algunos adornos presidenciales, se convirtió en la más famosa de nuestros libros de historia.
Pero, gracias a muchos autores, como Alisa Valdés de Nuevo México, e historiadores, ahora conocemos la verdad que se esconde tras esta festividad.
«… lo que no se discute es lo siguiente: el primer Día de Acción de Gracias en lo que hoy es Estados Unidos no tuvo lugar entre los nativos americanos y los ingleses, sino entre los nativos americanos y los españoles; y los nativos de esta tierra fueron más allá al acoger de buena fe y con amabilidad de vecinos a las personas que acabarían esclavizándolos, matándolos y robándoles sus tierras. No perdamos eso de vista, ¿eh?», escribe Valdés, resumiéndolo justo a tiempo para la festividad.