Ventanitas: las ventanas del café de Miami

Alrededor de las 2:00 p.m. de un día laborable normal en Miami, se pregunta «¿Quién quiere café cubano?», lo que significa que alguien está corriendo a recoger el «cortadito», o café cubano en un pequeño vaso para llevar, para nutrir la oficina, pero ¿de dónde viene este «despertar» vespertino? La respuesta está en las ventanitas de Miami, que salpican las calles de la ciudad.

¿Qué son las ventanitas de Miami?

Las ventanitas están repartidas por toda la 305S y sirven algo más que café. Son escaparates de servicio rápido que ofrecen de todo, desde café cubano hasta crujientes pastelitos, pasando por croquetas y Materva. En estos impresionantes portales se reúnen los miamenses siete días a la semana, a todas horas del día y de la noche.

«Las ventanitas son un ‘microcosmos de la ciudad'», le dijo la fotógrafa local Gesi Schilling al medio de noticias nacional Axios. «Son representativas de la ciudad son más importantes de lo que nadie les ha dado nunca crédito».

Incluso hay un libro de sobremesa, Ventanitas: A Window Into Miami’s Coffee Culture, con fotografías de Schilling en colaboración con O, Miami, una organización sin ánimo de lucro, y la autora Daniela Pérez Mirón.

En cuanto al origen de las ventanitas, es una historia de necesidad, innovación y comunidad.

El nacimiento de las ventanitas de Miami

A principios de los años 60, el empresario cubano Felipe Valls padre llegó a Miami huyendo de la revolución de Fidel Castro. Abrió un puesto de café —una ventanita— frente al mercado El Oso Blanco, en La Pequeña Habana. 

El mercado, ansioso por adoptar el aire acondicionado, buscó la experiencia de Valls en remodelaciones, pero con un giro: necesitaban una máquina de café espresso comercial, una rareza en los Estados Unidos en ese momento. 

«En Miami teníamos un problema: para abrir la cafetera hacia fuera, teníamos que cortar el cristal. Para solucionarlo, cogí una pequeña ventana de guillotina sencilla y lo que hice fue quitar el marco inferior de la ventana», le dijo Valls padre a Miami Herald. » Así fue como se abrieron las primeras ventanitas en Miami».

¿En dónde están ahora?

Las ventanitas siguen prosperando por todo Miami. Desde el mundialmente famoso restaurante Versailles de Valls hasta las panaderías y cafés de los vecindarios, estas ventanitas sirven de punto de encuentro para lugareños, turistas y juerguistas nocturnos. 

«Simplemente te acercas y pides tu café cubano. En muchos lugares, es una reunión social y verás muchos de ellos por Miami», dijo CBS Miami.

Su propósito en Miami

Las ventanitas simbolizan la fusión de la herencia cubana y la modernidad en Miami. 

«Es realmente la piedra angular de la vida social aquí en Miami», le dijo un cliente de ventanitas a Culture Trip.

Ya sea discutiendo de política o simplemente disfrutando de un pastelito, las ventanitas fomentan la comunidad y mantienen vivas las tradiciones.

«Ahora hay más de 1000 de estas ventanitas en Miami y todo es gracias a Felipe Valls, un hombre con una visión», explicó CBS.

¿Qué se puede comprar?

En una ventanita, pide estas cinco cosas como un local:

  • Cafecito: Un trago de café cubano fuerte y dulce.
  • Pastelitos: Pastelitos hojaldrados rellenos de guayaba, queso crema o carne.
  • Croquetas: Croquetas crujientes y sabrosas de jamón, pescado o pollo.
  • Cigarros: Un guiño a Cuba, aunque ninguno de los puros proceda de allí.
  • Refrescos: Materva, Jupina y Ironbeer son algunos refrescos cubanos siempre a mano.

Por Catherine A. Jones

Los escritos de Cathy han aparecido en The Washington Post Magazine, USA Weekend, People, Romper.com, The Miami New Times y docenas de otras publicaciones de medios de comunicación y sitios en línea. Sus artículos de opinión han aparecido en Today.com, El Tiempo Latino, etcétera.

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