En Bolivia se está produciendo una revolución cultural, con las cholitas a la cabeza. Tradicionalmente marginadas y olvidadas, estas mujeres aimaras reivindican su patrimonio con un nuevo sentimiento de orgullo. Un grupo de cholitas escaladoras, ataviadas con faldas anchas, trenzas y bombines, rompen estereotipos y escalan nuevas alturas, literalmente.
En un país en donde en su día se les prohibió el acceso a los espacios públicos, estas cholitas ahora acaparan los titulares al conquistar las montañas más altas de la región, desafiando a cada paso las normas sociales. Se las conoce como las «Cholitas escaladoras» y proceden de una larga estirpe de fuertes mujeres bolivianas.
Su próxima meta: la cima del Everest, pero antes conozcamos a las cholitas bolivianas y su viaje a la cima de las montañas.
¿Quiénes son las cholitas?
“En la cultura boliviana, el término ‘cholita’ tiene un gran significado histórico y cultural», explicó el portal VisitSouthAmerica.
El término «cholita» se refiere a las mujeres indígenas de Bolivia que abrazan con orgullo su herencia cultural. Tiene su origen en el diminutivo español de «cholo», usado históricamente para describir a las personas de ascendencia mixta indígena y española.
Estas mujeres han mantenido un estilo de vestir típico de la tradición aimara que procede del altiplano que rodea la capital del país, La Paz.
Las alpinistas cholitas rompen estereotipos
Hace tan solo una década, las mujeres indígenas aimaras y quechuas de Bolivia se enfrentaban al ostracismo social y la marginación.
Reconocibles por sus amplias faldas, su pelo trenzado y sus bombines, a estas mujeres, conocidas como «cholitas», se les llegó a prohibir el uso del transporte público y la entrada en determinados espacios públicos; aun así, su movimiento cobró impulso luego de la elección de Evo Morales, el primer presidente indígena de Bolivia, en 2006.
Desde entonces, se organizan y defienden sus derechos civiles, desafían los estereotipos y celebran sus logros. Ahora, un grupo de escaladoras cholitas es noticia internacional por romper estereotipos.
Las cholitas escalan nuevas alturas
Las cholitas están rompiendo barreras y ahora están dejando su huella en diversos campos, desde la lucha libre a los medios de comunicación, pasando por la moda y mucho más. Un grupo que ha aparecido recientemente en los titulares son las alpinistas cholitas.
«Cuatro alpinistas indígenas aimaras esperan convertirse en las primeras mujeres bolivianas en coronar el Everest», comentó DailyMotion.
Las alpinistas cholitas llevan la tradicional pollera, una voluminosa falda de varias capas, que en su día fue un símbolo de opresión que se remonta al siglo XVI.
Las alpinistas cholitas no siempre fueron montañeras, sino que muchas de ellas trabajaban como cocineras de alta montaña, preparando comidas para senderistas y escaladores, pero su pasión por la montaña las llevó por un nuevo camino. En 2015, formaron una asociación dedicada al alpinismo. Su objetivo era claro: desafiar las actitudes sexistas y discriminatorias imperantes en la sociedad boliviana y demostrar que las mujeres podían conquistar cumbres con la misma capacidad que los hombres.
Victoria de las alpinistas cholitas
La elección del atuendo de las escaladoras de Cholita, la pollera, es deliberada, ya que es un guiño a su herencia, una celebración de su identidad indígena.
Cuando ascienden a cumbres como el Huayna Potosí, el Illimani y el Sajama, sus faldas se agitan a cada paso, desafiando la imagen convencional de los montañeros con equipo técnico.
Llevan con orgullo sus blusas bordadas, sus chales de colores y sus bombines y, cuando llegan a la cumbre, levantan sus piolets en alto, proclamando su victoria tanto sobre la montaña como sobre las expectativas de la sociedad.
Imagen destacada de Jail ibañez, CC BY-SA 4.0 https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0, vía Wikimedia Commons.
