Crédito: Nuestro Stories.
Hay algo mágicamente reconfortante en un gran plato de frijoles.
Cualquiera que sea el tipo o color, y con las especias que se agreguen, un plato de frijoles puede calentar tu espíritu de manera repentina y simultánea y satisfacer tu hambre.
Ese tipo de reverencia seguramente explica por qué el platillo nacional de Brasil es la feijoada: un guiso de frijoles típicamente hecho con frijoles negros y mezclado con carne de cerdo. Considerado soulfood, es un alimento básico para toda la familia en el desayuno, el almuerzo o la cena.
Como muchos platillos populares, las historias del origen de la feijoada son un poco misteriosas, con más de una corriente de pensamiento sobre dónde y cómo empezó.
Lee más: El churrasco Brasileño es más que una comida deliciosa, es una obra de arte
Los orígenes de la feijoada brasileña
De acuerdo con muchos nativos brasileños, el platillo fue algo que empezó durante la época de la esclavitud en Brasil. Se ha dicho que el guiso surgió cuando los esclavos juntaban restos de las cenas de sus dueños colonizadores y creaban un guiso a partir de ellos, de ahí esa especie de mezcolanza de ingredientes tradicionales.
Por el contrario, la otra historia que se cuenta sobre el platillo es que no fueron los brasileños quienes lo crearon, sino que fue traído a Brasil por los traficantes de esclavos de Portugal que colonizaron la zona.
Cualquiera que sea la historia que creas, podemos estar de acuerdo en que el guiso es reconfortante, delicioso y que probarlo vale totalmente la pena.
¡Encuentra la receta aquí y/o crea tu propia variación!
Olivia Monahan es una periodista, editora, educadora y organizadora chicana en Sacramento cuyo único objetivo es arrojar luz sobre historias de nuestras comunidades más impactadas y marginadas, pero, aún más importante, que esas historias humanicen a quienes normalmente quedan excluidos. Es finalista de la Beca Ida B Wells de periodismo de investigación 2022, miembro de Parenting Journalists Society y ha publicado en The Courier, The Sacramento Bee, The Americano y Submerge Magazine, entre otros.
