Crédito: Nuestro Stories.
Hay pocas historias más inspiradoras y más trágicas que la vida y muerte de Jenni Rivera. Fue una cantante icónica que dejó un impacto imborrable en el mundo con su música, el poder de su voz y la confianza con la que condujo su vida.
Rivera vendió millones y millones de álbumes en todo el mundo, lo que le valió un lugar como la mujer más exitosa en las listas latinas de Billboard. Madre, hermana, amiga, esposa y una astuta empresaria que estaba al borde de un importante crossover al inglés cuando su vida llegó a un final trágico (y que algunos consideran sospechoso).
Recordando la vida plena de Jenni Rivera
Jenni Rivera nació en lo que muchos considerarían la realeza de la banda, ya que era hija de Pedro Rivera y hermana de Lupillo Rivera. Llevando ese legado, Jenni inició su carrera a principios de los 90, cuando empezó a trabajar en Cintas Aquarius, el sello discográfico de su padre. Su primera grabación fue una canción que hizo para el cumpleaños de su padre. Su voz no pasó inadvertida para su familia.
Después de conseguir un contrato, Jenni grabó su álbum de 1995 La Chacalosa, que llamó la atención de inmediato debido a sus influencias de corridos y, más importante y menos común entre las mujeres en ese momento, de narcocorridos.
Su carrera la llevó constantemente por el camino de los narcos, quienes a menudo contrataban a Rivera para cantar en fiestas privadas de los cárteles durante el inicio de su carrera, una oferta que habría sido peligroso rechazar. Al cantar las canciones que revelaban las verdades excesivamente sensacionalistas del mundo de los narcos, junto con su conexión con los cárteles debido a su fama, Rivera no solo ganó gran popularidad, sino que también se puso en peligro.
Lee más: Annie González interpretará a Jenni Rivera
La tragedia tocó la puerta de Rivera
El accidente aéreo que cobró su vida, así como la de otras seis personas, se considera sospechoso hasta el día de hoy debido a su naturaleza inexplicable. Después de todo, ella sí tenía antecedentes con narcos.
Nunca sabremos qué más habría aportado al mundo; lo que sí es seguro es que, tras dos décadas de carrera, Rivera dejó un impacto que nunca desaparecerá.
Olivia Monahan es una periodista, editora, educadora y organizadora chicana en Sacramento cuyo único objetivo es arrojar luz sobre historias de nuestras comunidades más impactadas y marginadas, pero, aún más importante, que esas historias humanicen a quienes normalmente quedan excluidos. Es finalista de la Beca Ida B Wells de Periodismo de Investigación 2022 y miembro de Parenting Journalists Society. Ha publicado artículos en The Courier, The Sacramento Bee, The Americano y Submerge Magazine, entre otros.
