Crédito: FridaKahlo.org/ Ilustración de Nuestro Stories
La columna rota está considerada una obra maestra. Y con razón.
El famoso cuadro de la artista mexicana Frida Kahlo, creado en 1944, está considerado uno de sus autorretratos más poderosos, una clara representación de su influencia y significado en el mundo del arte y más allá.
Como muchas de las obras de Kahlo, La columna rota combina un retrato realista de su dolor físico con imágenes surrealistas y simbólicas, allanando el camino para que las mujeres de todos los ámbitos se expresaran abiertamente.
Y todo a raíz de un accidente que casi la deja paralítica a los 18 años.
«Con el paso del tiempo, la intrépida surrealista se ha elevado a un estatus casi mítico, y su inquietante historia a veces ha eclipsado su visceral obra de arte, aunque ambas, en realidad, difícilmente pueden separarse», explica el reportaje del Huffington Post «Why Contemporary Art Is Unimaginable Without Frida Kahlo: How Frida Kahlo Forever Changed The Art World«.
A los 18 años sufrió un accidente de autobús casi mortal que le causó fracturas de columna, pelvis, clavícula y otras lesiones debilitantes. Pasó meses en recuperación y se sometió a numerosas operaciones a lo largo de su vida para reparar los dolorosos daños sufridos por su cuerpo.
«Este episodio de su vida inició una larga relación con el sufrimiento y el dolor», afirma el blog de arte en internet nnart.org en un artículo sobre el accidente que cambió la vida de Kahlo.
Un año antes de su muerte, Kahlo se sentó con la escritora Raquel Tibol y describió el accidente. Explicó que, el 17 de septiembre de 1925, después de un día de clases, ella y su amigo Alejandro Gómez Arias resultaron heridos cuando el autobús en el que viajaban giró en una curva y chocó a toda velocidad contra el vagón de un tranvía eléctrico. Un pasamanos, una larga barra metálica, le perforó el cuerpo.
«El tranvía aplastó el autobús contra la esquina de la calle», contó Kahlo a Tibol en la entrevista.
Kahlo añadió: «Fue un choque extraño, no violento sino sordo y lento, que hirió a todos, a mí mucho más gravemente».
El libro de Tibol Frida Kahlo: Una vida abierta usa «historiales médicos, diarios, cartas, entrevistas y recuerdos personales» para contar la vida de dolor y arte de Kahlo.
El arte del accidente de autobús de Frida Kahlo
«»… rompiéndose la columna vertebral, la clavícula y fracturándose una pierna, Kahlo pasó meses sin poder caminar; postrada en cama y aburrida, se dedicó a pintar», escribe la revista de internet Dazed. “El accidente y las lesiones que le causó desempeñaron un papel fundamental en su obra, sobre todo en La columna rota (1944), en la que Kahlo aparece partida en dos, unida por vendas y con una columna de piedra desmoronándose en lugar de su columna vertebral. «Hoy los críticos de arte dicen que La columna rota, a través de toda su profundidad y representaciones del dolor físico, es en realidad una declaración feminista por desafiar las nociones tradicionales de belleza y fuerza, al tiempo que destaca la resistencia y el valor de una mujer».
Tanto un conocedor del arte como un principiante son capaces de ver claramente la resistencia en el rostro de Kahlo a pesar del inmenso dolor representado por los símbolos a lo largo del cuadro. Ella es fuerte pero frágil.
«Escribió sus miedos y fantasías en su propia carne, abriendo su piel para que los espectadores la vieran y la sintieran por sí mismos», afirma el artículo de The Huffington Post. «Tendiendo un puente entre una confesión susurrada y un sueño subconsciente colectivo, los cuadros de Kahlo no solo cuentan historias, sino que abren heridas».
Quizá el aspecto más significativo de La columna rota sea la imagen central de una columna destrozada, que representa la columna vertebral dañada de Kahlo desde aquel fatídico día de 1925.
Kahlo tuvo que llevar una escayola en todo el cuerpo tras una de sus operaciones de columna, y a menudo se representó a sí misma en sus obras de arte con esta escayola. Los clavos que atraviesan su cuerpo en el cuadro son una representación del intenso dolor que sentía como consecuencia de sus lesiones y operaciones.
Los amantes del arte, los fans de Kahlo y los admiradores ocasionales ven y siguen analizando el paisaje del cuadro en el fondo de un desierto desolado y estéril. Quizá refleje el aislamiento y la confusión emocional que sentía Kahlo. Las lágrimas en sus mejillas, el corazón expuesto y las uñas contribuyen al poderoso simbolismo del cuadro.
Los historiadores del arte coinciden en que La columna rota sigue siendo una de sus obras más emblemáticas y emotivas, y ofrece al espectador una visión de la compleja y difícil vida de Frida Kahlo.