Prichard Colón: ‘La historia más triste en la historia del boxeo’

BY: 
Catherine A. Jones
 | abril 17, 2024

En menos de 12 horas, un post aleatorio en Instagram sobre “La historia más triste en la historia del boxeo” recibió más de 9 millones de visitas. Nadie pudo encontrar una mención de porqué se publicó el reel. No era aniversario del acontecimiento, ni había ninguna actualización que reportar. Pero, a pesar de todo, se subió. Y, en pocas horas, había más de 5,000 comentarios. Mucha gente, como yo, quería saber más. ¿Quién era el joven boxeador que se desplomó en el ring? ¿Qué le ocurrió? ¿Está bien? ¿Fue real? Tras investigar un poco, descubrí que el boxeador es Prichard “Digget” Colón. Y, tristemente, llegué a la misma conclusión que en el post original: tiene una de las historias más tristes de la historia del boxeo.

Prichard Colón: ‘La historia más triste en la historia del boxeo’

Prichard Colón nació en Maitland, Florida, en 1992. El ahora exboxeador profesional de 31 años comenzó su andadura en el deporte a los 10, cuando se trasladó a Orocovis, Puerto Rico, con su familia. Su padre dice que quería que su hijo representara a la isla como boxeador. Así, el joven Colón se enamoró del boxeo y, a los 21 años, se hizo profesional.

Colón estaba invicto, con 16 victorias, antes del combate que acabó con su carrera. “Se movía con soltura entre el inglés y el español, y esbozaba una sonrisa blanca y nacarada”, escribe The Washington Post. “Era, seguramente en su mente y en la de muchos otros, el próximo gran campeón mundial puertorriqueño”.

Pero un fatídico combate el 17 de octubre de 2015 alteró para siempre su destino.

El golpe fatal

Enfrentándose a Terrel Williams, de 31 años, Colón sufrió su primera derrota. Sin embargo, no fue la derrota lo que lo perseguiría, sino los golpes en la nuca desechados por el árbitro y el médico Joe Cooper.

“Terrel Williams y Joe Cooper son los principales villanos de esta historia”, escribe Joshua Shamash para Medium. “Pero hay otros, entre ellos un médico, la federación de boxeo e incluso su propio equipo. Al final, un joven fue abandonado a su suerte. Que sobreviviera es un milagro. Pero su vida, y la de su familia, quedó trágicamente alterada”.

Durante el combate televisado, se vio a Williams golpear repetidamente la nuca de Colón, un movimiento ilegal en este deporte. Colón informó al árbitro de los golpes, e incluso al médico, pero nadie detuvo el combate. Dijeron que podía continuar, a pesar de los golpes en el cuello.

“Prichard era un chico que no se quejaba”, declaró su padre al Washington Post dos años después. “Simplemente no se quejaba. Pero ese día se quejó más que nunca en su vida”.

Cuando por fin terminó el partido, Colón seguía en pie. Pero todo cambió en un instante. Enseguida, su madre, que estaba junto al ring y le esperaba después de la pelea, supo que algo andaba mal.

“Le pregunté en español: ‘Papi, ¿cómo tú estás?’ Y me contestó en inglés: ‘Mami, estoy mareado, no veo'”, declaró la madre de Colón a ESPN.

Lamentablemente, el impacto le provocó una hemorragia cerebral y, al llegar al vestidor, vomitó y se desmayó. Llamaron a un paramédico y Colón entró en coma durante 221 días tras una operación de urgencia para curar la hemorragia cerebral.

El largo camino hacia la recuperación

Para sus seres queridos, los 7 meses de espera mientras estuvo en coma fueron insoportables. Cuando despertó, Colón yacía en estado vegetativo, incapaz de hablar o responder. Su familia se aferró a la esperanza, rezando por un milagro.

El Consejo Mundial de Boxeo (CMB) reveló más tarde que un fragmento de su cráneo se había hundido, presionando contra su cerebro. Tras una intervención quirúrgica urgente, una placa de titanio sustituyó al hueso dañado. La vida de Colón pendió de un hilo aquella fatídica noche, pero desafió las probabilidades.

“Colón parecía tener la habilidad y la voluntad de cumplir los sueños que expresó por primera vez de niño en esta casa del centro de Florida donde sus padres lo criaron. Ahora yace aquí como testimonio del peligro que acompaña a las promesas del boxeo”, escribe ESPN.

En la actualidad, Colón sigue sin poder hablar, pero muestra signos de esperanza. Asiste a fisioterapia casi a diario, como documentó su madre en Facebook. Incluso publicó una foto de Colón sonriente reaccionando ante el eclipse solar del 8 de abril, frente a su casa de Florida, en su silla de ruedas, con gafas de eclipse y señalando al cielo.

La regla Prichard Colón

El legado de Colón se extiende más allá de los libros de récords. En 2016, la Federación Mundial de Boxeo incluso emitió la “regla Prichard Colón”, para evitar que un árbitro ignore el sufrimiento de un boxeador en el ring.

“Estamos seguros de que los púgiles no entienden y no saben que estos golpes pueden atentar contra la integridad médica de sus oponentes”, explica World Boxing News. “Por esta razón, estamos difundiendo y desarrollando el programa global en el que sugerimos a las comisiones de boxeo que instruyan a los árbitros para que sigan las directrices de tolerancia cero a los “golpes de conejo” a través de la regla ‘Prichard Colón'”.

Mientras la comunidad boxística lidia con sus responsabilidades, el nombre de Colón recuerda a los boxeadores que también deben ser precavidos y compasivos. El boxeador Deontay Wilder se hizo viral recientemente en TikTok en un reel en el que lloraba al hablar del sufrimiento de Colón.

“Este hombre nunca será el padre de alguien”, dijo Wilder mientras lloraba. “Su familia debe cuidar de él ahora, por el resto de su vida”.

Actualizaciones sobre Williams y Colón

¿Y qué hay de Williams, a quien muchos responsabilizan de haber asestado aquel fatídico golpe en el cuello de Colón aquella noche? No se sabe mucho en estos días, excepto por actualizaciones aleatorias en las redes sociales.

“En cuanto a Tyrell Williams, creo que mucha gente se alegrará de saber que su carrera como boxeador está prácticamente acabada. No ha peleado desde entonces, su último combate lo perdió por decisión unánime, y desde entonces ha sido más o menos un fantasma. Dudo que Tyrell Williams vuelva a pelear”, informa MMA Connect en YouTube.

Para estar actualizados sobre Colón, los nuevos y viejos aficionados recurren a las redes sociales, donde podemos encontrar pequeños milagros en TikTok y Facebook de vez en cuando. El exboxeador todavía no es capaz de comer, hablar o caminar por sí mismo. Pero, gracias a sus esfuerzos durante la terapia semanal, está mejorando.

Sí, la historia de Prichard Colón puede ser una de las más tristes de la historia del boxeo, pero desde luego no ha terminado. Al fin y al cabo, es un luchador. Y sigue luchando.

Foto destacada: El “Colón jab”: Prichard Colón lanza un golpe a Terrel Williams. (Suzanne Teresa/Premier Boxing Champions)

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