¡Ay, qué rico!: Las hormigas son un manjar culinario para algunos latinos

Crédito: Nuestro Stories

Muy bien, lectores de Nuestro, no puedo mentirles. Cuando se trata de comida y recetas sobre las que a menudo me ven escribiendo, tengo experiencia de primera mano. Son platillos que he comido antes, que he preparado con mis propias manos. Son alimentos cuyos ingredientes he comprado y, a menudo, conozco las historias de origen. ¿Para esta historia, queridos lectores? No tengo ningún tipo de receta o conocimiento de primera mano que darles. Esto es completamente nuevo para mí.

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Los colombianos aman a sus hormigas

Creo que es seguro decir que la mayoría de los países tienen su propia forma de platillo nacional. Algo que les proporciona un sentimiento de orgullo, o que alberga una historia del pueblo y de su cultura. Cuando se trata de hormigas culonas, el platillo se considera un manjar y una fuente de respeto y honor local. Es típicamente popular en Colombia en la región de Santander.

Sí, me leiste bien. Hormigas de trasero grande. Generalmente cosechadas en primavera, las hormigas culonas casi podrían pasar como un gran cuenco de uvas rojas maduras, al menos desde la distancia. De cerca, se ve que son insectos grandes y rechonchos, que se asan o se salan y se comen como si se estuviera comiendo una bolsa de papas fritas.

Si bien existe el rumor de que tienen una cualidad afrodisíaca, lo que sabe por seguro es que las hormigas culonas están repletas de proteínas y son bastante saludables como refrigerio en general.

Especialmente, ya saben, para ser un snack con patas.

Realmente no estoy segura de cómo harían para prepararlas, dependiendo del lugar en el que se encuentren y considerando que son un manjar muy específico de su área pero, en caso de que quieran probar aquí tienen una receta que pueden consultar.

Por Liv Styler

Olivia Monahan – Periodista, editora, educadora y organizadora chicana en Sacramento cuyo único objetivo es arrojar luz sobre historias de nuestras comunidades más impactadas y marginadas pero, aún más importante, que esas historias humanicen a quienes normalmente quedan excluidos. Es finalista de la Beca Ida B Wells de periodismo de investigación 2022, miembro de la Parenting Journalists Society y ha publicado en The Courier, The Sacramento Bee, The Americano y Submerge Magazine, entre otros.

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