En lo que respecta al periodismo, Gwen Ifill es un modelo de valentía, integridad y logros pioneros. Rompió barreras y dejó su huella en el panorama de los medios.
Pero, como me dijo una vez, hace años, antes de fallecer de cáncer de endometrio a los 61 años, no se propuso ser un modelo afrolatino. Solo ocurrió, con un terrible llamado de atención en la sala de redacción.
Con motivo del Mes de la Historia de la Mujer, profundicemos en la vida y el legado de la asombrosa Gwen Ifill.
¿Quién fue Gwen Ifill?
Gwendolyn L. Ifill nació el 29 de septiembre de 1955 en la Ciudad de Nueva York. Sus padres, O. Urcille Ifill Sr., panameño de ascendencia barbadense, y Eleanor Husbands, de Barbados, le inculcaron el amor por el conocimiento y la narración de historias.
«Crecimos con la idea de que tenías que luchar por casi todo lo que conseguías, que la gente te lo iba a negar, si podía, y que no debías llevarlo como un chip en el hombro…», dijo en una entrevista en la Universidad de Virginia.
Fue al Simmons College en Boston, donde estudió periodismo. «En la universidad, Ifill fue editora del Vantage Point y directora editorial del Little Black Book, un folleto de despedida de los alumnos de último año dedicado al arte, los escritos y los planes de futuro de los miembros de color de la generación por salir», explica Simmons Voice, una publicación dirigida por estudiantes universitarios.
Durante las prácticas de Ifill en el Boston Herald-American, el racismo en el lugar de trabajo asomó su fea cabeza.
«En el periódico nunca habían visto nada como yo. Yo era una universitaria afrodescendiente en Boston», me contó Ifill hace años. «Llegué un día a trabajar y encontré una nota, aparentemente para mí, en mi espacio de trabajo que decía «N****r, vete a casa».
La tomó por sorpresa, dijo. «Mi primera respuesta fue: ‘Me pregunto para quién es esto’. Sinceramente, lo tomé con cierta inocencia, porque no se me ocurriría que alguien hiciera algo así».
Cuando le enseñó la nota a su entonces jefe, la reacción de este lo dijo todo. La empresa se mostró «muy arrepentida». Y, explicó Ifill, » … me ofrecieron un empleo, que no tenía intención de aceptar. Pero era mediados de los 70 y no había muchos empleos de periodismo. Empecé a recibir mis notificaciones de rechazo al graduarme, y volví y acepté su oferta».
A pesar de todo, perseveró.
Una carrera de primicias
Ifill siguió una carrera en los medios con una serie de primicias revolucionarias.
En 1999, se convirtió en la primera mujer afrodescendiente en presentar un programa de asuntos públicos televisado en Estados Unidos, «Washington Week in Review». Su elocuencia e incisivo análisis cautivaron al público, convirtiéndola en una voz de confianza en el discurso político. Pero Gwen no se detuvo ahí.
En 2004 y 2008, moderó los debates vicepresidenciales, demostrando su aplomo y perspicacia periodística en la escena nacional.
Impacto en el periodismo y más allá
El compromiso de Ifill con el periodismo vive a través de los periodistas de los que fue mentora y de los telespectadores que respetaron su trabajo. Su impacto se extiende más allá de su vida, formando a la próxima generación de buscadores de la verdad. Esta es una lista de su impacto duradero en el periodismo:
- Legado en PBS: Gwen encontró su hogar en PBS, donde presentó «Washington Week in Review», copresentó The PBS NewsHour y fue directora editorial. Su enfoque no argumentativo de la política primaba el diálogo informado sobre el sensacionalismo.
- Política: La moderación de Ifill en los debates vicepresidenciales de 2004 y 2008 fue una primicia para una periodista afrodescndiente y dejó una huella indeleble.
- «The Breakthrough»: En su exitoso libro «The Breakthrough: Politics and Race in the Age of Obama«, Ifill exploró el cambiante panorama de la política estadounidense. Diseccionó el impacto de la histórica presidencia de Barack Obama, profundizando en la raza, la identidad y el progreso.