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Alfonsina Storni fue atemporal, desafió las normas que las mujeres de su tiempo debían aceptar y se convirtió en una de las poetas más destacadas de América Latina. Su trabajo sigue siendo controvertido debido a sus temas feministas y la expresión de la pasión femenina. La poesía de Storni se erige como uno de los primeros ejemplos vívidos de erotismo femenino en la poesía en lengua española, que sigue viva.
Storni nació en Sala Capriasca, Suiza, en 1892 y su familia emigró a Argentina en 1896. Storni se ganó la vida cuando aún era niña y se integró a un grupo de teatro, pero después trabajó como docente en la Argentina rural. Desde temprano sus ojos vieron mucho.
En 1912 tuvo un hijo fuera del matrimonio, lo que en aquella época era inaudito, y, en 1913, buscando el anonimato, Storni se mudó a Buenos Aires.
Las influencias de Storni
Influenciada por el escritor estadounidense Edgar Allen Poe, su primer libro, La inquietud del rosal de 1916, llamó la atención de los círculos literarios de Buenos Aires, pero su obra El dulce daño de 1918 le valió el éxito popular.
Publicó su libro Languidez en 1920, obra que recibió el primer Premio Municipal de Poesía y el segundo Premio Nacional de Literatura.
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Su interpretación de los hombres fue crítica, pero la pasión desenfrenada con la que describió el amor heterosexual, la sensualidad e incluso el erotismo con el que imbuyó su poesía la hicieron única y controvertida.
Era conocida por referirse a los hombres como “el enemigo” y sus escritos hablaban de la represión de las mujeres por parte de los hombres y cómo eso generaba grandes heridas en las mujeres.
El poema de Storni Hombre pequeñito es solo un ejemplo:
«Hombre pequeñito, hombre pequeñito
suelta a tu canario que quiere volar…
Yo soy el canario, hombre pequeñito, déjame saltar».
Cómo sigue Storni en la sociedad moderna
Storni es atemporal. La rapera y cantante argentina Cazzu, de 28 años, y reina indiscutible del hip-hop latino, escribió un álbum completo inspirado en Diario de una niña inútil, un “diario” de Storni de hace más de cien años. Cada canción también lleva el nombre de un poema de Storni y la letra es una oda a su punto de vista feminista.
Su muerte no debe eclipsar su vida ni ahogar su voz. Solitaria y deprimida, le envió su último poema –Voy a dormir– al diario argentino La Nación.
«Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara a la cabecera;
una constelación, la que te guste; todas son buenas, bájala un poquito.
Déjame sola: oyes romper los brotes…
te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájaro te traza unos compases
para que olvides… Gracias…
Ah, un encargo: si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido».
Por Susanne Ramírez de Arellano
Susanne Ramírez de Arellano es una escritora y crítica cultural que fue periodista, productora de televisión y directora de noticias. Vive entre San Juan y Nueva York y actualmente está haciendo su primer intento de escribir una novela.